2090, segunda entrega

Día 31 de Agosto de 2090.

El detective Liam Kobayashi no ha tenido un buen día. Tiene sangre y magulladuras en la cara y en las manos y su ropa parece sucia y rota como si le hubieran arrastrado por el suelo después de darle una buena paliza.


De pronto, una llamada. Afortunadamente no está relacionada con el caso. Es una voz familiar, muy querida, pero lo que dice resulta desconcertante y la conversación termina de forma abrupta.


Fuera hace mucho frío y llueve a cántaros. Pocos recuerdan ya los antaño cálidos veranos. Las entradas a la ciudad están colapsadas, aunque Liam no encuentra impedimento alguno para salir de ella, atravesando el Golden Gate.


Hoy no es un buen día para nadie en San Francisco.